Duda sentenció al comenzar de falta directa(min 3). Chevantón hizo un golazo. La vuelta de honor del equipo tras el encuentro fue lo mejor de un choque que efectivamente fue un trámite, pero no cualquiera, un trámite hermoso, bello, soñado, ideal y, sobre todo, inimaginable hace tan solo unos años
Era un trámite. Eso no lo dudaba nadie, ni tan siquiera el Deportivo. Lo que no se esperaba es que se solventará tan pronto la papeleta con un excelente golpe franco lanzado por Duda que puso el primero en el luminoso en el minuto 3. Chevantón hizo el 2-0 poco más tarde con una jugada individual excelente, rompiéndole la cintura a su par con un fino movimiento y resolviendo a la perfección. Gol de matrícula de honor que en cambio no pudo ensombrecer el final del encuentro, lo mejor. Con el 5-0 global, que pudo haber sido mucho más abultado si "Cheva" tiene su noche, el árbitro no concedió descuento, dando por finalizado el sufrimiento de los gallegos. Entonces el público, los más de 30.000 fieles que se habían congregado en Nervión comenzaron a botar y gritar el ya mítico "sí, sí, sí, nos vamos a Madrid" mientras los jugadores daban una vuelta de honor que emocionó a más de uno.
Fue realmente espectacular vivir en directo esos minutos de euforia, ver como la grada se volcaba con los suyos, como había algunos que lloraban de felicidad y otros con una alegría más pausada, más relajada, quizás pensando en que lo que hace un lustro era
motivo de locura descontrolada, ahora ya se ve como algo normal. Fue maravilloso en cualquier caso ver esas 30.000 personas alentando, cantando, disfrutando de un equipo que posiblemente sea el mejor de la historia nervionense, que en un año ha logrado billetes para cuatro finales. Esto ocurre un 9 de mayo de 2007. Ha pasado un año, pero Eindhoven parece que fue ayer, porque los éxitos y los triunfos no han cesado. 9 de mayo de 2007, como si fuera el 10 de mayo de 2006. Mágicos doce meses. 
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